ella se ha cansado de tirar la toalla, va quitando poco a poco las telarañas. no ha dormido ésta noche, pero no está cansada. no miró ningún espejo, pero se siente guapa. hoy ella se ha puesto color en las pestañas, hoy le gusta su sonrisa y no se siente una extraña, hoy sueña lo que quiere sin preocuparse por nada, hoy es una mujer que se da cuenta de su alma. hoy va a descubrir que el mundo es sólo para ella, que nadie puede hacerle daño. hoy va a comprender que el miedo se puede romper con un sólo portazo, hoy va a hacer reír porque sus ojos de han cansado de ser llanto, hoy va a conseguir reírse hasta de ella y ver que lo ha logrado. hoy va a ser la mujer que le dé la gana ser, hoy se va a querer como nadie la ha sabido querer, hoy va a mirar para adelante porque para atrás ya le dolió bastante. una mujer valiente, una mujer sonriente. hoy nació la mujer perfecta que esperaban, que ha roto sin pudores las reglas marcadas. hoy se ha calzado tacones para hacer sonar sus pasos, hoy sabe que su vida nunca más será un fracaso...

martes, 21 de septiembre de 2010

Los fuegos de la envidia

Me lo pasó Cande el otro día. Es un texto que tiene mucho que ver con algo que hablabamos el otro día y no podía no ponerlo... Si bien no es algo escrito por mi (como todas las entradas, menos las de Abzurdah), quería dejar esto y, después, con más tiempo y ganas, sacar mi conclusión como hago siempre.

"Los fuegos de la envidia"

“A veces siento algo que no puedo reconocer ni ante mí misma. A veces veo el amor que se tienen algunas personas y siento algo muy raro en el estómago. Es una mezcla de tristeza y de bronca. Algo horrible nace en mí, como si no soportara ver la felicidad ajena.
Es como una angustia. Una nostalgia por algo que tuve y ya no tengo, pero no sé qué es.
Cada vez que veo que alguien tiene eso que yo no tengo se me enciende un fuego, algo espantoso que odio sentir. Me niego a reconocerlo pero creo que ese fuego que siento es envidia.
Un envidioso envidia algo que puede conseguir, pero un resentido sabe que jamás va a conseguir eso que envidia. Sentir que no pudimos ni podemos lograr eso que queremos genera vergüenza y dolor, un dolor que te va matando. Sentir envidia es creer que uno tiene un derecho, que la vida nos debe algo y que es injusto que se nos niegue. Pero la vida no nos debe nada, tenemos lo que queremos y lo que podemos. Y por todo lo que nos falta hay que luchar. Ahí la envidia se convierte en deseo, y el deseo en motor.”


“¿Por qué nos sometemos incluso en situaciones en las que podríamos rebelarnos?
¿Por qué incluso cuando por una cuestión numérica estamos en condiciones de rebelarnos no lo hacemos?
Hay dos motores que mueven a la humanidad, uno es el deseo y el otro la envidia, o sea desear lo que sea el otro. Todos tenemos deseos, son el motor de nuestra vida. No es malo tener deseos, pero cuando no alcanzamos lo que deseamos y lo alcanza otro ahí nace la envidia.
Nadie desea lo que nadie desea. Un cuarto lleno de juguetes, dos niños, uno agarra un juguete y el otro por supuesto quiere el mismo juguete. Está en la naturaleza.
‘Que suerte, que guacho, que tarro…’ Si, tarro, cosas que le decimos al otro cuando creemos que tuvo suerte, pequeñas expresiones simpáticas teñidas con una gotita de envidia, nada grave. ‘Envidio el vestido que tiene mi amiga, pero bueno, yo voy a tener otro también’. Hay otra envidia que es mucho más peligrosa: la envida del ser.
La envidia del ser es algo tan profundo, tan profundo que a veces no lo podemos ver. Ya no envidio lo que tiene el otro, envidio lo que es el otro.
Los fuegos de la envidia tienen poderes casi sobrenaturales. Son fuegos que pueden arrasar con todo, pero que pueden encender un motor.
Un recordatorio de que algo no estamos haciendo para cumplir nuestro propio deseo. Hay que luchar por nuestro deseo, no darse por vencido nunca. No existe fuerza más poderosa que el deseo, es indestructible. Nuestro deseo es el único capaz de apagar el fuego de la envidia.”


Aclaración: Esta entrada, como todas las de mi blog, las escribí yo. Asique espero encontrarla solo en mi blog o en algún lugar donde YO la haya publicado.Gracias. Micaela

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